Los 10 indicadores para valorar un buen restaurante de carretera

Parada y fonda 4Con esta lista de indicadores, que nos permitirán descubrir los mejores restaurantes de carretera de nuestro entorno, presentamos la sección Parada y Fonda del blog de la Comunidad VallèsCar. ¡No os perdáis nuestra selección de establecimientos en próximos posts!

1. Localización accesible
La principal condición es que sea un establecimiento cercano a la carretera o a la vía por la que circulamos. Aunque no es necesario -e incluso no deseable para lograr cierta tranquilidad-que se encuentre al pie de la misma, sí es indispensable que requiera el mínimo desvío y sea fácilmente localizable.
Obviedad: Un restaurante de carretera no es un lugar donde perderse.

2. Aparcamiento propio
Es esencial que el restaurante disponga de aparcamiento propio y suficientemente amplio en función de las dimensiones del local. Y mucho mejor si el parking es visible desde el comedor, así el viajero tiene vigilado su vehículo en todo momento.
Consejo: un aparcamiento concurrido ¡es señal de buen comer!

Parada y Fonda 53. Menú diario equilibrado
Un menú adecuado para los asiduos de la vida en ruta debe incluir un mínimo de tres opciones por plato, donde figuren los principales nutrientes y componentes dietéticos: ensaladas, verduras, hortalizas, legumbres, pescado y carne. En el postre hay que incorporar siempre frutas y lácticos fermentados como el yogurt que contribuyen a una buena digestión para continuar el viaje sin problemas.
Para nota: incluir menús adaptados a las necesidades de los comensales o clientes (hipertensos, con colesterol alto, diabéticos, con intolerancias alimentarias, vegetarianos, etc.)

4. Cocina casera
El viajero habitual valora un repertorio culinario protagonizado por guisos sencillos y sin pretensiones, con aportaciones de la gastronomía típica de la zona que generan valor: platos, cocinados al momento y al estilo tradicional, que no que escondan el sabor auténtico de los alimentos con salsas y aderezos ni abusen de los picantes y grasas que dificultan la digestión.
Indicador infalible de cocina casera: las patatas fritas. Las mejores son frescas y naturales, nunca congeladas, ligeramente doradas y crujientes, bien escurridas y fritas en abundante aceite de oliva.

Parada y Fonda 35. Raciones completas
Nada más decepcionante para un viajero hambriento que encontrarse con simples muestras de degustación en el plato. Aunque no se trata tampoco de empachar a la clientela, las cantidades deben ser correctas.
Recomendación: platos que sacien el apetito por el estómago ¡y por la vista!.

6. Agua y bebidas sin alcohol
Siempre debe haber agua en el menú y algún tipo de bebida alternativa como la cerveza sin alcohol. Si incorpora vino hay que ofrecer la opción de consumirlo por copas individuales.
Advertencia: El alcohol nunca es buen compañero de viaje y provoca a menudo digestiones pesadas.

7. Un buen café
Un expreso aromático y fuerte es el último eslabón para que los comensales se lleven una percepción óptima del establecimiento.
Y sobre todo: un buen café te mantiene despejado para afrontar la siguiente etapa.

8. Precio razonable
Un precio que oscile entre los 8 y los 12 € por menú es lo que se espera pagar en un restaurante de carretera. Aquellos que los frecuentan a diario difícilmente pueden destinar más presupuesto.
Pero, cuidado: Un precio inferior seguramente significará perder calidad.

Parada y Fonda 19. Trato adecuado
El cliente de este local espera un equilibrio entre el trato cordial sin reverencias excesivas, y la discreción para disfrutar apaciblemente de su pausa.
Lo deseable: establecer relaciones duraderas que permitan llegar a la familiaridad.

10. Entorno
Y como colofón, el disfrute de un entorno agradable a la vista, que invite incluso a un breve paseo para estirar las piernas, facilitar la digestión y encarar con fuerzas renovadas el regreso a la carretera.
Pregunta: ¿nos dejamos algo?